Sí, como dice el poeta argentino Roberto Juarroz, la palabra es un acto de amor, un puente cariñoso que se tienden mutuamente el mundo y el ser humano, sería casi consecuente que la palabra cuando fuera escrita sea un acto realizado con las manos, empeñando en cada trazo y cada giro toda la destreza y el cariño que tiene el artesano por su oficio (tekné).

En este marco Marianna nos presenta una serie de lettering, donde todos los cuadros han sido realizados a mano, incluyendo el proceso digital que ha sido realizado como un proceso manual, para lograr que ese cariñoso acto de crear presencia a través de la palabra se realice no de los sonidos pronunciados sino de la palabra cuidadosamente diseñada y escrita a mano, incluso cuando existe un proceso de digitalización posterior. Un esfuerzo y cuidado que brinda la autora para que la palabra pueda crear y expresar todo lo que la autora quiere decir, parafraseando a Juarroz, para que la presencia que surge de la palabra sea plena.

Es así como no es caprichoso que la serie temáticamente gire en torno a palabras que surgen de experiencias personales en torno al amor, el desamor, la amistad, el coqueteo, encuentros fortuitos, relaciones duraderas y pasajeras, entre otros, sin dejar nunca de lado, la presencia más constante en toda su obra; el amor por la palabra misma.